
El envejecimiento bien llevado consiste en disfrutar haciendo lo que no se pudo, no se quiso o no se supo hacer antes de alcanzar la madurez
Envejecer no es sinónimo de enfermedad, demencia senil o ausencia de deseo sexual. Tampoco lo es de carencia de capacidad productiva o creativa ni de un estado de eterno cansancio que obliga a llevar una vida sedentaria. José Saramago, premio Nobel de Literatura en 1998, comenzó a escribir en su retiro, pero no es el único ejemplo de artistas que han logrado su máximo esplendor creativo a edades avanzadas. Y es que el envejecimiento bien llevado consiste, sencillamente, en vivir más y disfrutar del tiempo libre haciendo lo que no se pudo, no se quiso o no se supo hacer antes de alcanzar
Universitarios a los 60
Alrededor de 35.000 hombres y mujeres de entre 55 y 80 años acuden diariamente a las Universidades de la Experiencia o Aulas de mayores. Instituciones de enseñanza como la Universidad de Granada,
El nivel académico de quienes desean matricularse en las Universidades de la Experiencia o Aulas de mayores carece de importancia, y así el perfil de los alumnos es muy heterogéneo: amas de casa y trabajadores de la construcción comparten pupitre con doctores o maestros de escuela. Según datos universitarios, el 8% alumnos de estas carreras no cuenta con ningún tipo de formación y el 5% ha cursado una licenciatura o un doctorado. La gran ventaja de estas aulas es que la experiencia vital de los asistentes, su sentido práctico y participativo posibilitan el intercambio de inquietudes, conocimientos no escritos o habilidades forjadas a lo largo de toda una vida.
El voluntariado, otra alternativa
Una fórmula que gana adeptos es la de ofrecer de manera gratuita horas del día para colaborar con
Sumergirse en Internet
Aunque los ordenadores pueden parecer destinados los más jóvenes, una vez perdido el miedo a la tecnología, Internet se convierte en un interesante aliado para el ocio. Los internautas que superan los 50 años representan un porcentaje escaso en la Red, pero son, por el contrario, muy participativos. Según un estudio publicado por
Ventajas de la formación para la tercera edad
- Permite permanecer activos intelectualmente, sin descuidar las facultades mentales.
- Aprender proporciona una beneficiosa sensación de satisfacción personal y confianza en uno mismo.
- Facilita la relación con personas de la misma edad, con inquietudes, problemas o aficiones similares.
- Ayuda a vencer la depresión y a seguir activos, ya que obliga a salir de casa, ir a la escuela, intervenir en clase...
- Posibilita un mayor acercamiento a los jóvenes, con quienes se pueden mantener conversaciones sobre informática, literatura... permitiendo un enriquecedor intercambio de saberes, atractivo para ambas partes.
- Mejora la forma física, ya que en muchos centros también se imparten clases de educación física especializada y bajo supervisión médica.
Cursos en centros cívicos
Si no está en el ánimo acudir a la facultad todos los días, ayuntamientos y asociaciones de diversa índole preparan extensos programas de formación y entretenimiento, dirigidos a hombres y mujeres que disponen de tiempo para dedicárselo a sí mismos. Estos programas están subvencionados, y sí hace unos años los presupuestos respondían al número de personas vinculadas a los entonces llamados clubes de jubilados, hoy el baremo para determinar qué ayuda reciben estos centros, rebautizados como centros cívicos, depende de la calidad y cantidad de cursos que imparten. Habitualmente los intereses se inclinan hacia programas de restauración, informática, pintura, creación literaria, maquetas o actividades más dinámicas como natación, gimnasia y bailes que se ofrecen de manera ininterrumpida durante todo el año, de manera gratuita o con precios muy asequibles.
Principios de las Naciones Unidas a favor de las personas de la tercera edad (1991)
- Las personas de edad deberán tener acceso a alimentación, agua, vivienda, vestimenta y atención de salud adecuados, mediante ingresos, apoyo de sus familias y de la comunidad y su propia autosuficiencia.
- Las personas de edad deberán tener la oportunidad de trabajar o de tener acceso a otras posibilidades de obtener ingresos.
- Las personas de edad deberán poder participar en la determinación de cuándo y en qué medida dejarán de desempeñar actividades laborales.
- Las personas de edad deberán tener acceso a programas educativos y de formación adecuados.
- Las personas de edad deberán tener la posibilidad de vivir en entornos seguros y adaptables a sus preferencias personales y a sus capacidades en continuo cambio.
- Las personas de edad deberán poder residir en su propio domicilio por tanto tiempo como sea posible.
- Las personas de edad deberán permanecer integradas en la sociedad, participar activamente en la formulación y la aplicación de las políticas que afecten directamente a su bienestar y poder compartir sus conocimientos y habilidades con las generaciones más jóvenes.
- Las personas de edad deberán poder buscar y aprovechar oportunidades de prestar servicio a la comunidad y de trabajar como voluntarios en puestos apropiados a sus intereses y capacidades.
- Las personas de edad deberán poder formar movimientos o asociaciones de personas de edad avanzada.
- Las personas de edad deberán poder disfrutar de los cuidados y la protección de la familia y la comunidad de conformidad con el sistema de valores culturales de cada sociedad.
- Las personas de edad deberán tener acceso a servicios de atención de salud que les ayuden a mantener o recuperar un nivel óptimo de bienestar físico, mental y emocional, así como a prevenir o retrasar la aparición de la enfermedad.
- Las personas de edad deberán tener acceso a servicios sociales y jurídicos que les aseguren mayores niveles de autonomía, protección y cuidado.
- Las personas de edad deberán tener acceso a medios apropiados de atención institucional que les proporcionen protección, rehabilitación y estímulo social y mental en un entorno humano y seguro.
- Las personas de edad deberán poder disfrutar de sus derechos humanos y libertades fundamentales cuando residan en hogares o instituciones donde se les brinden cuidados o tratamiento, con pleno respeto de su dignidad, creencias, necesidades e intimidad, así como de su derecho a adoptar decisiones sobre su cuidado y sobre la calidad de su vida.
- Las personas de edad deberán poder aprovechar las oportunidades para desarrollar plenamente su potencial.
- Las personas de edad deberán tener acceso a los recursos educativos, culturales, espirituales y recreativos de la sociedad.
- Las personas de edad deberán poder vivir con dignidad y seguridad y verse libres de explotaciones y de malos tratos físicos o mentales.
- Las personas de edad deberán recibir un trato digno, independientemente de la edad, sexo, raza o procedencia étnica, discapacidad u otras condiciones, y han de ser valoradas independientemente de su contribución económica.
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