28 junio 2007

Hasta el 40% de los ancianos con demencia está sin diagnosticar




Entre un 30 y un 40 por ciento de los ancianos que tienen demencia está sin diagnosticar, según aseguró ayer Jesús María López Arrieta, presidente de la Sociedad Española de Medicina Geriátrica (SEMEG) y coordinador del libro "Demencia en el anciano", que ha publicado esta entidad.



La falta de diagnóstico se debe a que los familiares y, en ocasiones, los médicos consideran que el deterioro cognitivo es un fenómeno "normal" asociado al envejecimiento. Sobre este particular, el presidente de la SEMEG explica que puede considerarse propio del paso de los años la pérdida de velocidad de procesamiento o una mayor dificultad para aprender y memorizar conceptos nuevos. "Es un proceso que se inicia a partir de los 30 años de una manera muy sutil y que no interfiere en la vida cotidiana", explica. "Sin embargo, cuando un anciano pierde memoria hasta el punto de no poder realizar las tareas habituales como llevar el papeleo del banco o la limpieza de la casa, tenemos que sospechar que hay una demencia", añade López Arrieta.




Al infradiagnóstico de este trastorno se suma la falta de tratamiento de los pacientes, que no llega a todos pese a que "en la actualidad se dispone de una batería de fármacos que permite retrasar en mayor o menor medida el proceso degenerativo en un porcentaje de ellos", añade este experto. Con el objetivo de mejorar el diagnóstico y tratamiento de enfermedades como la demencia, se han constituido en España unidades de memoria, que abordan de manera multidisciplinar las diferentes demencias.





Alzheimer



La demencia afecta al 2,4% de los ancianos de entre 65 y 69 años; al 4% de los que tienen entre 70 y 74; al 13,2% de los que tienen entre 80 y los 84, y al 33,6% de los que tienen 85 años o más. Bajo el término de "demencia", se incluyen otras múltiples patologías, siendo el Alzheimer la que más preocupa a la sociedad, según se pone de manifiesto en el libro "Demencia en el anciano".

Así, el Alzheimer está detrás de entre el 60 y el 80% de las demencias en los mayores. Le sigue como segunda causa más frecuente la patología cerebrovascular y la demencia vascular. No hay que confundir una demencia con un episodio de síndrome confusional agudo, presente en un elevado porcentaje de ancianos hospitalizados y que puede deberse a una infección, insuficiencia cardiaca, el efecto secundario de un fármaco o a una inmovilización prolongada, entre otros factores.

Este trastorno, igual que el deterioro cognitivo producido por una depresión, es reversible. Para preservar la lucidez de la mente se recomienda a la población general en primer lugar estar intelectualmente activo, -"tienen más riesgo de padecer una demencia las personas con menos estudios que las que tienen un nivel intelectual más alto", asegura López Arrieta.

Además, son factores protectores evitar todos los elementos que suponen riesgo cardiovascular -el tabaco, la obesidad, la diabetes, el colesterol o la hipertensión-. También es muy beneficiosa la dieta mediterránea. "La fruta, las verduras y una unidad de vino al día favorece el frenar el proceso oxidativo general y esto también influye en el cerebro", concluye.

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