Más de un millón y medio de mayores de 65 años cuidan de sus nietos todos los días y más de tres lo hace con frecuencia ? España se rejuvenece por la inmigración, aunque los octogenarios superan ya los dos millones
La sociedad española ha rejuvenecido gracias a la inmigración. Sólo un pequeño repunte de tres décimas que ha servido para situar a España, en el horizonte de 2050, como el tercer país del mundo que tendrá la población de mayor edad, según previsiones de la ONU. En el anterior estudio, España quedaba en segunda posición, por detrás de Japón; ahora ha sido adelantada por Italia. En total, en nuestro país viven 7,3 millones de personas que superan los 65 años, el 16,7 por ciento de la población. El dato significativo es que casi dos millones han pasado la barrera de los ochenta. Esta cifra se ha disparado en los últimos quince años, casi un 66 por ciento de subida.
La hija y la abuela
De los datos que publicó ayer el Ministerio de Asuntos Sociales se desprende que el cuidado de los padres sigue siendo cosa de las hijas y que el cuidado de los nietos es cosa de los abuelos. Los tópicos funcionan en esta ocasión y confirman que los mayores se convierten en la mano de obra más útil y barata cuando de cuidar a niños se trata. Casi la mitad declara que ha tenido que atender a los hijos de sus hijos cuando han sido necesarios como «nanys» sin contrato. De ellos, la mitad lo hacen a diario. Es decir, uno de cada cuatro abuelos se dedica a jornada completa a educar y cuidar a los niños de sus niños. El otro tópico que confirma la encuesta es el de que las hijas son las que se encargan de sus padres cuando éstos se hacen mayores. El 38 por ciento de los encuestados dice que la persona que más le ayuda es su hija, sólo el diez por ciento dice que es el hijo. De hecho, las féminas están en lo de arrimar el hombro por encima de los maridos, que aunque estén vivos, quedan por debajo de ellas, con un 22 por ciento.
La cosa cambia cuando es la esposa la que tiene que cuidar de su esposo y está en facultades de hacerlo. Ahí, ellas son las que pasan al primer lugar con un 42 por ciento, mientras que las hijas bajan a un 22 y los hijos a un ocho. En definitiva, de este galimatías de números se desprende que bien como mujer o como hija, lo de cuidar a familiares lleva siempre el acento femenino. Es curioso también que las facetas en la que los hijos varones más se involucran son: hacer gestiones y administrar el dinero de sus padres. Sin embargo, los hombres no colaboran casi nada en vestir o desvestir a sus padres o lavarlos. Eso, también, sigue siendo abrumadoramente cosa de ellas. Para los que no creen en la persistencia del amor, la encuesta ofrece una visión positiva de la causa, al menos para las generaciones pasadas, que los datos de las nuevas parejas nada tienen que ver con estos dulces números. El 60 por ciento de los talluditos dice que es muy o bastante feliz en su relación sentimental. Sólo un uno por ciento dice que está poco o nada enamorado. Quizá, tan baja cifra haya que achacarla a la alta cifra de «no sabe, no contesta», que llega al 36,7 por ciento. Con los hijos, la relación cumple lo esperado, el 86 por ciento de los mayores manifiesta con rotundidad que tiene una relación entre muy buena y bastante buena con sus vástagos.
Pasan frío y calor
Las altas temperaturas que cada año, sobre todo cuando se producen olas de calor, se llevan la vida de decenas de ancianos, siguen siendo una amenaza latente a tenor de la infraestructura media de los hogares españoles. El 77 por ciento de los encuestados declara no tener aire acondicionado. No mejora mucho la cosa cuando se habla de no pasar frío: casi la mitad dice no tener calefacción en toda su casa. Sobre las condiciones del hogar, y sobre todo cuando hay personas discapacitadas en la casa, sobresale que un 52 por ciento tiene plato de ducha y un 62 bañera. Otros datos que aporta el informe del Ministerio de Trabajo muestran la todavía poca relación de los mayores con las nuevas tecnologías. El 40 por ciento tiene teléfono móvil (la cifra se dispara en el resto de sectores de edad) y sólo un ocho tiene internet en su casa. Para Amparo Valcarce, secretaria de Estado de Servicios Sociales, estos datos demuestran que «las casas españolas están bien dotadas». Por último, la encuesta habla de sus deseos de futuro. Uno de cada cinco vive solo. Sin embargo, los encuestados no quieren irse a vivir con sus hijos (10,9 por ciento), y prefieren quedarse en su casa, eso sí, con atención y cuidados. Esta aspiración la tiene un 77 por ciento de los mayores, que claramente se decantan por mantener su rutina y privacidad frente a otras opciones (un 4,5 prefiere instalarse en una residencia y un 1,4 ir a un centro de día y regresar por la noche a casa).
Sobre quién debe soportar las cargas, los encuestados se decantan por que sea la familia la que se encargue con ayuda de las administraciones (42%). Los que le dan la vuelta a la ecuación, administraciones y ayuda familiar, son un 33%.
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