24 febrero 2006

Planificar la vida: Cómo ocupar el tiempo libre durante la vejez

La vejez equivale ... a un gran tiempo de ocio, supone la posibilidad de dedicarse a las actividades que verdaderamente engrandecen al hombre,

El trabajo es para algunas personas la única actividad que le suscita suficientes intereses, a la vez que constituye lo que de modo casi exclusivo llena su vida. Con la jubilación, o al abandonar el trabajo por otros motivos, se produce un vacío que no se puede llenar de forma improvisada. Es verdaderamente necesario que a lo largo de la vida, cada persona, y según sus propias tendencias, amplíe su círculo de actividades e intereses, de modo que, al llegar a la vejez, pueda ocupar el tiempo tan amplio que en esos momentos tiene a su entera disposición, de modo que no sea una carga que no se sabe como llenar hasta el punto de plantearse «cómo pasar el tiempo», sino una auténtica oportunidad para dedicarse a aquellas actividades que, precisamente por falta de tiempo, no pudo desarrollar más en etapas anteriores de su vida.

Desde esta óptica, resulta fundamental planificar todo este tiempo libre a fin de sacarle el máximo provecho posible. La mayor parte de los ancianos, salvo graves impedimentos físicos, se encuentran en disponibilidad de fortalecer y ampliar progresivamente parcelas fundamentales en todos los campos. Uno importante es la cultura, que no pierde finalidad a esta '' edad, ya que la auténtica cultura está dirigida a completar la; propia. formación, lo que encaja perfectamente si pensamos que el hombre debe tender a perfeccionarse progresivamente a lo largo de toda su existencia. Por otro lado, el desarrollo de actividades intelectuales dificulta el deterioro mental que se puede producir como consecuencia del proceso fisiológico del envejecimiento.

También es éste un buen momento para desarrollar hobbies que se emprendieron en otras épocas de la vida y, sobre todo, para afianzar lazos afectivos con otras personas que, tal vez, se habían descuidado anteriormente por falta de tiempo; incluso, se pueden establecer nuevas amistades que enriquezcan nuestra vida en el terreno social y afectivo. Puede ser una buena época para viajar, para leer, para disfrutar y conocer con mayor profundidad a los grandes maestros de la música, para crear, en cualquier parcela del arte (pintura, dibujo, literatura, etc.) o de la artesanía manual. Frecuentemente, los interesantes conocimientos que los ancianos han acumulado simplemente con la experiencia, se pierden por la falta de decisión o de interés que parecen tener éstos en comunicarlos de forma adecuada, La época en que la vida culmina puede ser la más indicada para transmitir lo mejor de lo que albergamos dentro de nosotros mismos.

Por otro lado, se dispone de suficiente tiempo como para llevar a cabo una investigación o para integrarse en grupos que colaboran en causas humanitarias, en difundir ideales políticos, religiosos, ecológicos, etc. Con una buena planificación del tiempo, se pueden abarcar simultáneamente un buen número de facetas, escogidas en función de los propios intereses y tendencias, a la vez que en relación con los medios y disponibilidades de cada persona, de modo que la vida puede resultar más plena y satisfactoria que en edades anteriores de la vida. El principal obstáculo está muchas veces en tomar una decisión, en informarse, en dar el primer paso. Después, todo es más fácil, como si se crease un círculo vicioso que nos empujase hacia un campo cada vez más rico en actividades.

De este modo, además, se consigue una buena prevención de las dificultades y problemas que puede acarrear la vejez. La vida se llena de intereses, motivaciones de proyección hacia el futuro: de sentido, en definitiva. La vejez equivale así a un gran tiempo de ocio, supone la posibilidad de dedicarse a las actividades que verdaderamente engrandecen al hombre, sin las obligaciones que implica la necesidad de realizar un trabajo remunerado.

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