28 marzo 2006

Jugar para aprender

Los padres son el mejor juguete para el bebé.

A partir de los 4 meses, el bebé empieza a descubrirse a sí mismo y el mundo que le rodea. Tiene más movilidad, empieza a relacionarse, a comunicarse y a transformar la realidad. Y su inteligencia madura de forma prodigiosa. A ello contribuyen los padres proporcionándole estímulos que le empujen a aprender habilidades.

Jugar para aprenderTodas las actividades cotidianas pueden ser un momento para estimular al bebé, para acariciarle, para jugar y disfrutar con él.

El momento del baño o de cambiar los pañales, en que se tiene contacto cara a cara con el bebé, puede aprovecharse para "charlar" con el bebé o cantarle (estímulos sonoros), para acariciarle... (estímulos táctiles)

Permitirle que manipule la esponja o el cepillo del pelo le enseña nuevas texturas. Hacerle cosquillas al ponerle crema, jugar al "cucú-tras" al ponerle la ropa... son juegos simples pero igualmente interesantes para el niño, que disfruta con ello.

Su inteligencia crece mejor en ese ambiente de ternura y cariño.

Los padres a su vez disfrutan más de estas relaciones cotidianas, incluso de las rutinas. Ver cómo aprende el bebé les llena de orgullo. Cada día conocen mejor a su pequeño. Le entienden. Y con ello sienten que son mejores padres, más competentes en contraste con la inseguridad que posiblemente tenían cuando nació.

No hay comentarios: