05 mayo 2006

Seguridad al viajar con niños

Cada año, cada día, cada hora, muchos bebés y niños sufren lesiones por accidente. Algunos pueden ser muy graves e incluso mortales. Una de las causas más frecuentes de consulta en los Servicios de Urgencias son los accidentes durante la infancia y la adolescencia.

 

La seguridad de nuestros hijos depende, en gran medida, de los padres. No debemos olvidar que el niño es siempre más rápido que los adultos. Nadie se esperaba que “aquello” ocurriera, pero pasó.

 

Uno de los secretos para evitar los accidentes infantiles es pensar que pueden ocurrir y adoptar algunas medidas de seguridad básicas.

 

Los accidentes de tráfico son una de las principales causas de muerte en casi todas las edades, incluida la infancia. Los accidentes relacionados con el tráfico suponen la primera causa de lesiones en los niños. Los padres son los principales responsables de la seguridad de sus hijos en el automóvil.

 

Existen 4 reglas de oro para garantizar la seguridad de los niños en los coches:

  • Un bebé pequeño jamás debe viajar en brazos de un adulto. Ni en el asiento delantero ni en el trasero. Ante un frenazo inesperado, el bebé saltará por los aires o será aplastado entre el cuerpo del adulto que lo lleva y el tablero de instrumentos. Un frenazo a 20 Km./h propulsa a un bebé a esa misma velocidad contra el parabrisas.
  • Siempre se deben utilizar sistemas de sujeción adecuados al tamaño del niño. Si son demasiado pequeños o grandes, no solo dejan de cumplir su misión, sino que se vuelven peligrosos y pueden causar lesiones graves.
  • Siempre se debe utilizar el cinturón de seguridad. De nada sirve una silla portabebés homologada si no se inmoviliza al niño con el cinturón o arnés del dispositivo.
  • Los niños no deben ir en el asiento delantero si el vehículo dispone de air-bag para el pasajero. El air-bag situado a la derecha del conductor es muy peligroso para los niños de cualquier edad aunque vayan sujetos con un sistema adecuado. Los air-bags están diseñados para proteger cuerpos más grandes y pesados, pero pueden aplastar y asfixiar a niños y personas de menos de 50 Kilos.

 

Circunstancias especiales:

En la vida diaria casi todo es más previsible, pero hay momentos en que la atención puede estar centrada en otros asuntos. Es entonces cuando el bebé puede estar desatendido, aunque sólo sea por unos momentos y por causa justificada. Por ejemplo:

  • Si nos mudamos de casa y entorno o estamos de visita o de vacaciones.
  • Al llegar con las bolsas del supermercado.
  • Cuando se celebra una fiesta en nuestra casa o en la de otra persona.
  • Si tenemos visitas en nuestra casa.
  • El consumo de alcohol o fármacos que disminuyan la atención.
  • Si alguien de casa está enfermo...
  • simplemente, el estar cansado a una hora tardía.

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