30 junio 2006

Asma inducido por el ejercicio


DENOMINACIÓN

  • Asma por ejercicio,
  • Broncoespasmo inducido por ejercicio.

DEFINICIÓN

El asma por ejercicio es una sensación de dificultad respiratoria, con la presencia de tos, sibilancias, y opresión torácica tras realizar un esfuerzo físico.

Normalmente el árbol bronquial responde al ejercicio con el aumento del radio del interior de los bronquios (broncodilatación), pero en las personas afectadas por el asma por ejercicio se produce lo contrario, se estrechan y se produce una broncoconstricción.

CAUSAS

El asma inducido por ejercicio (AIE) se debe al enfriamiento y sequedad relativa de la vía aérea (pérdida de H2O) por un incremento de la ventilación durante el ejercicio. El enfriamiento y la sequedad provocan cambios en la osmolaridad de la mucosa, lo que lleva a que, por un lado, exista una degranulación de mastocitos con liberación de mediadores; y por otro lado, a que se produzca una estimulación vagal directa. El resultado es la aparición de broncoconstricción.

  • Frío del aire inspirado,
  • Baja humedad del aire inspirado,
  • Perdida de calor de la vía aérea.

SÍNTOMAS

Las características que definen al AIE son las siguientes:

  • Puede aparecer a cualquier edad, y es tan frecuente en los adultos como en los niños. Las configuraciones pícnicas (anchos de constitución corporal) están más predispuestas.
  • Puede aparecer aislado o asociarse a cualquier forma clínica de asma bronquial. En la mayoría de los asmáticos, el ejercicio provoca broncoconstricción.
  • La severidad del AIE no es predecible a partir de función basal. Los pacientes con función pulmonar normal en reposo pueden presentar AIE importante.
  • Fases características del AIE:
    • Broncodilatación inicial (asintomática). Al igual que en las personas no asmáticas, en los pacientes con asma el ejercicio se produce una broncodilatación inicial, sin síntomas.
    • Broncospasmo clínico. Pasados 5-10 minutos desde que se empezó el esfuerzo, cuando la frecuencia cardíaca alcanza aproximadamente los 160 latidos por minuto, aparece la bronconstricción.
    • Fase de recuperación. Entre 30 y 60 minutos después de haber comenzado el ejercicio, comienza una vuelta a la normalidad en el calibre bronquial y desaparece la sensación disneica.
    • Período refractario. En más de la mitad de los casos de AIE, existe un período, de 2 a 4 horas de duración, durante el cual no aparece de nuevo el broncospasmo, por más que se continúe haciendo ejercicio. El período refractario se debe a depleción de mediadores de broncoconstricción y/o a generación de prostaglandinas broncodilatadoras (PGE2) durante el ejercicio. El período refractario puede inducirse mediante precalentamiento, y utilizarse para que el asmático no disminuya su rendimiento deportivo.
  • El AIE puede prevenirse con la inhalación o toma previa de algunos fármacos. Se emplean para este fin los ß2-miméticos de acción corta y larga el cromoglicato, y los inhibidores de leucotrienos

DIAGNÓSTICO DEL ASMA INDUCIDO POR EJERCICIO

Una historia de tos, disnea, sibilancias, opresión torácica o problemas de rendimiento durante el ejercicio sugiere AIE.

El diagnóstico de confirmación suele requerir un test de ejercicio, que puede llevarse a cabo:

  • En condiciones de laboratorio, mediante cinta rodante o bicicleta ergométrica y con monitorización cardíaca y respiratoria. El niño debe correr de forma lo suficientemente intensa como para incrementar la frecuencia cardíaca basal en un 80 % como máximo, durante 4 a 6 minutos.
  • En carrera al aire libre, intentando reproducir la situación que le provoca los síntomas. Se evalúa la distancia recorrida en 10-12 minutos y los incidentes relevantes a lo largo de esta prueba.

En cualquiera de los dos casos, se realizan espirometrías antes y después del ejercicio a intervalos de 5 minutos y durante 20 a 30 minutos. Un descenso del 15 % en el VEMS es el criterio de diagnóstico de asma inducida por ejercicio (AIE).

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