Pareciera que en estos tiempos la esclavitud no existiera. Sin embargo, hay un tipo de esclavitud moderna: la trata de personas, de mujeres, con fines de explotación en Europa. Con esta idea, de mayor visibilidad a un problema ocultado durante años,
La trata de personas comprende la captación y el traslado de una persona utilizando violencia, amenazas y engaños para someter a la víctima a explotación y que el "captador" lucre con su actividad. El Estado de España ratificó la definición sobre la trata de personas recogida por las Naciones Unidas y consensuada internacionalmente en el año 2000, el 25 de diciembre de 2003.
En España, los principales ámbitos en los que las víctimas de la trata son explotadas son la prostitución, la agricultura, el servicio doméstico, la venta ambulante, la mendicidad y los matrimonios serviles. Un testimonio, tomado de la revista, testifica el engaño: "realicé un viaje a España sola, convencida de que lo acordado era la verdad y que el trabajo iba a ser por dos años. Pero todo era una mentira. Además de cuidar de un bebé, me obligaban a vender en las calles y a realizar labores de
Una mujer colombiana, dice "vine a España dejando en mi país firmadas varias letras de cambio ante notario. Me ofrecieron un trabajo en un club de alterne para tomar unas copas en las noches con los clientes. Pensé que iba a estar en Madrid y que durante el día podría buscar otro trabajo para así enviar dinero a mi familia. Cuando llegué, me llevaron a un club de carretera en mitad del campo a las afuera de un pueblo de donde no me podía mover, y me obligaron a prostituirme".
La variedad de testimonios que se exponen en la revista sobre dicho fenómeno nos muestra la realidad compleja de la trata de personas. A veces los obstáculos complican aún más las cosas: las víctimas suelen desconocer el idioma, tiene desconfianza, miedo y hasta estrés postraumático que puede tener serias consecuencias, a saber, lagunas de memoria, discurso incoherente y contradictorio, etc.
Principalmente, la trata se desarrolla en el marco de los movimientos migratorios. Muchos países se ven afectados, tanto los de origen, como los de tránsito y destino. La principal causa de este fenómeno es
Entre 1999 y 2005, el Proyecto Esperanza atendió un total de 338 mujeres víctimas de trata. El 60% de éstas provenía de Europa del Este, un 33% de Latinoamérica y un 7% de África. La mayoría se encontraban entre los 22 y 25 años de edad, y el principal tipo de explotación al que fueron sometidas fue la prostitución (92,01%), seguido por el trabajo doméstico (2,37%) y la agricultura (0,59%). El agente social que deriva más mujeres hacia proyecto Esperanza es la fuerza de seguridad.
Una nueva voz
El Proyecto Esperanza (http://www.proyectoesperanza.org) ofrece desde 1999 apoyo a las mujeres víctimas de la trata de personas, realizando acciones de sensibilización y denuncia. Para llevar a cabo estos objetivos, surge la iniciativa de crear la nueva revista Voces contra la Trata de personas. Con la colaboración de
La revista es semestral y de carácter monográfico. En ella se analizan los diversos aspectos sobre la trata de mujeres, a lo largo de todas sus secciones, en las cuales hay espacios de reflexión e información, para lo cual cuenta con diferentes agentes sociales relacionados con este fenómeno. También abre una puerta para que las mujeres - víctimas de este fenómeno puedan ser escuchadas a través de
Desde su experiencia, el Proyecto Esperanza plantea diversas propuestas para afrontar el problema adecuadamente: En primer lugar, elaborar un plan de actuación contra la trata de mujeres que contemple prevención, represión del delito y protección a las víctimas.
En segundo lugar, la creación de espacios de colaboración entre los actores relacionados con la lucha contra la trata de mujeres. Como tercer propuesta, la aprobación de un presupuesto para dotar de medios a los actores sociales implicados en la lucha contra
"Con todas nuestras voces contribuimos a promover el respeto a los derechos humanos y a garantizar que no queden impunes las violaciones de los mismos".
Así concluye el editorial del primer número de la revista, asumiendo el compromiso de afianzar las voces para garantizar el respeto. Artemisa Noticias
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