01 septiembre 2006

La atención médica entra en casa

La asistencia a domicilio a través del móvil o el diagnóstico de una patología a través de la pantalla del televisor aún quedan lejos de la imaginación de la mayoría. Aún así, la Telemedicina está a la vuelta de la esquina. Aunque en España todavía se encuentra en fase experimental y sólo 15 hospitales están conectados a esta iniciativa, la novedosa herramienta mejorará las condiciones de vida de las personas mayores. Evitar los desplazamientos innecesarios al hospital y reducir las largas listas de espera se conforman como las ventajas principales.  

Las tecnologías han tenido utilidad sanitaria desde su creación. Sin ir más lejos, el teléfono, la televisión o la radiofonía se han ido utilizando para llevar asistencia sanitaria a barcos en alta mar o a zonas rurales de difícil acceso. De esta forma, las tecnologías de la telecomunicación se asociaban casi exclusivamente al diagnóstico y al cuidado a distancia permitiendo superar las barreras geográficas. Así se conocía en sus orígenes lo que hoy llamamos Telemedicina.

Este paradigma está cambiado y en los últimos quince años, el sistema sanitario busca fórmulas alternativas para proporcionar una mejor atención sanitaria. Las aplicaciones asistenciales, la gestión de pacientes y la formación de profesionales son algunos de los principios con los que se erige la Telemedicina.

Aplicaciones como las consultas médicas a distancia, la telecardiología, el telediagnóstico o la teleasistencia a través de la televisión digital, el móvil o el ordenador resultarán muy beneficiosas para los mayores de cara al futuro, evitando los desplazamientos innecesarios a los hospitales y ayudando a reducir las listas de espera de los centros sanitarios, uno de los grandes problemas del sistema sanitario actual.

Su uso, entendido ahora en un sentido más amplio, facilitará un acceso más efectivo, personalizado y cómodo a los servicios sanitarios, de los que las personas mayores son los principales consumidores. Además, supondrá el desarrollo de nuevas herramientas facilitando la incorporación de la tercera edad en esta nueva economía.

Si bien es cierto que este sistema todavía puede generar ligeras desconfianzas entre los profesionales y los usuarios, el ritmo al que progresa la Telemedicina y los beneficios que supondrá serán de un calibre enorme. A medida que un gran número de aplicaciones de la Telemedicina alcanzan la madurez, otras emergen a gran velocidad desarrollando un verdadero avance para el sistema sanitario.

 

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