El Congreso aprobó definitivamente la Ley de Dependencia, que inaugura una nueva prestación social para las personas que no se valen por sí mismas y para los familiares que les cuidan. El sistema comenzará a implantarse el año que viene con los casos más graves , estimados en 200.000.
Con la aprobación de la Ley de Dependencia, las administraciones públicas prestarán ayudas o servicios asistenciales (ayuda a domicilio, teleasistencia, centros de día y de noche, ayudas técnicas y plazas residenciales) a personas en situación de discapacidad física o intelectual, o bien a los familiares que se encargan de cuidarlos, teniendo en cuenta su nivel económico y patrimonial.
La norma crea un Sistema de Autonomía y Atención a la Dependencia (SAAD), que comenzará a funcionar el 1 de enero del año próximo e incluirá entre sus beneficiarios a los menores de tres años y a los inmigrantes españoles retornados. Estas son algunas de las claves de la Ley:Nuevo derecho.
La Ley reconoce el derecho universal subjetivo que garantiza atención y cuidados a las personas dependientes por parte del Estado y que podrá ser exigido administrativa y jurisdiccionalmente.Sistema de atención a la dependencia. Se crea el Sistema de Autonomía y Atención a la Dependencia (SAAD), por el que se configura una red de asistencia y prestación de servicios, públicos y privados, y prestaciones económicas.
Hasta que se creen las infraestructuras necesarias, durante los primeros años se concederá un mayor número de prestaciones económicas, aunque el espíritu de la Ley pase por priorizar los servicios. Su implantación total concluirá en 2015.
Tipos de servicios.
El catálogo de servicios incluirá prevención de las situaciones de dependencia, teleasistencia, ayuda a domicilio, atención de las necesidades del hogar, cuidados personales, centros de día y de noche para mayores y menores de 65 años y de atención especializada, residencia de personas mayores dependientes y centro de atención a personas en situación de dependencia con varios tipos de discapacidad.
Tipos de prestaciones económicas.
Habrá de tres tipos: la vinculada a la contratación del servicio (cuya cuantía estará en relación con el grado de dependencia y de la capacidad económica del beneficiario), la compensación por cuidados en el entorno familiar (el cuidador familiar recibirá una compensación económica por cuidar del dependiente y se le dará el alta en la SS) y prestación de asistencia personalizada (destinada a las personas con gran dependencia, para la contratación de una asistencia personalizada durante un número de horas).
Cómo acceder a las ayudas.
A partir del 1 de enero de 2007, todos los españoles que lo soliciten serán evaluados por los órganos que designen las CCAA para determinar su grado y nivel de dependencia y las prestaciones a las que tienen derecho.
El reconocimiento del derecho será expedido por la Comunidad Autónoma correspondiente y tendrá validez en todo el Estado. Los grados y niveles de dependencia, a efectos de su valoración, se determinarán mediante la aplicación del baremo que se acuerde en el Consejo Territorial del SAAD y que se apruebe reglamentariamente por el Gobierno.
Grados de dependencia.
Habrá tres: moderada (cuando la persona necesita ayuda para realizar varias actividades básicas de la vida diaria, al menos una vez al día); severa (cuando la persona necesita ayuda para realizar varias actividades básicas de la vida diaria dos o tres veces al día, pero no requiere el apoyo permanente de un cuidador); y gran dependencia (cuando la persona necesita ayuda para realizar varias actividades básicas de la vida diaria varias veces al día y, por su pérdida total de autonomía mental o física, necesita el apoyo indispensable y continuo de otra persona).
Los primeros beneficiarios. Aunque el calendario de aplicación del Sistema será gradual hasta 2015, el próximo año ya podrán acceder a las prestaciones quienes sean valorados en el grado de «gran dependencia» (unos 200.000 españoles).
También los bebés.
Los menores de tres años que presenten graves discapacidades tendrán una escala de valoración específica y el sistema atenderá sus necesidades de ayuda a domicilio y, en su caso, prestaciones económicas vinculadas o de cuidados en el entorno familiar.
Financiación.
Con el horizonte de 2015, el Gobierno aportará casi 13.000 millones de euros para poner en marcha el SAAD, mientras que las CCAA lo harán en una cantidad similar.El beneficiario percibirá una media de 375 euros mensuales, lo que supone unos 5.000 euros anuales, aunque las cantidades variarán mucho en función de su situación de dependencia.
Copago.
Aún así, el sistema contempla el copago por parte del beneficiario que, según su circunstancia económica, podría tener que aportar hasta un máximo del 30 por ciento del coste del servicio. La aportación concreta será establecida por el Gobierno y las Comunidades Autónomas en el Consejo Interterritorial. En cualquier caso, ningún beneficiario dejará de recibir atención por falta de recursos.
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