ESK denuncia que es el trabajo que sufre mayor discriminación y desprotección
Las condiciones laborales se rigen por una normativa especial que queda al margen del actual marco legal
Las empleadas de hogar constituyen uno de los colectivos que sufre una mayor discriminación y desprotección dentro del mundo laboral, llegando en casos a situaciones con niveles de explotación especialmente cuando se trata de mujeres inmigrantes. Así se pone de manifiesto y denuncia el sindicato ESK en un informe que ayer dio a conocer al tiempo que urgió a modificar las leyes que "degradan y discriminan" a este sector, como el régimen especial que regula esta actividad y que "ha quedado al margen del actual marco legal".
La situación de este colectivo se recoge en un informe realizado por Feli Otegui y Ana Mª Ruiz quien, en compañía del miembro del grupo coordinador José Luis García, lo presentó ayer a la prensa. Ana Mª Ruiz puso de manifiesto el desconocimiento que existe en torno al número real de mujeres que desarrollan este trabajo, debido a que muchas de ellas no aparecen en ningún registro, al no contar con contratos. La EPA de 2005 cifra en 682.882 las empleadas de hogar afiliadas a la Seguridad Social, siendo este número "una proporción insignificante" ya que la mayoría sólo mantiene un acuerdo oral con el empleador. Se trata de un trabajo que no se tiene en cuenta algo que en opinión de Ruiz tiene bastante que ver con el hecho de que cuando es realizado por las amas de casa no tiene un consideración social.
La mayoría de los trabajadores de este sector son mujeres, más de un 90%, y entre éstas en los últimos tiempos predominan las inmigrantes, sobre todo sudamericanas (más de un 52% según la EPA). Se trata de un sector "precarizado", con "muy altos porcentajes de economía sumergida, sin contratos, sin tareas concretas a realizar y sin horario escrito". Ruiz se refirió a las especiales condiciones en las que se encuentran las mujeres inmigrantes y dijo que se ven obligadas a aceptar "situaciones totalmente precarias porque necesitan trabajar" y por ello y por estar a menudo en situación irregular no denuncian.
El trabajo de las empleadas de hogar se rige por una ley especial que implica menos derechos y que data de 1985. ESK considera que la ley "discrimina" a estas trabajadoras. Como ejemplo dijo que para que el empleador tenga la obligación de cotizar a la seguridad social tiene que haber un contrato por más de 80 horas al mes y si el tiempo del contrato es menor y aunque la empleada trabaje otras horas en otros domicilios es la trabajadora la que tiene que cotizar la totalidad de la cuota, incluida la cuota empresarial. Agregó que no cotizan en el régimen general de la seguridad social, sino en uno especial, sin derecho a paro, ni a baja por accidente o enfermedad laboral. Por ello, ESK entiende que "la legislación promueve una discriminación laboral legalizada, ya que impone menos derechos laborales que al resto". Coincidiendo con la entrada en vigor de la Ley para la Igualdad, ESK considera que es "el momento" de "modificar las leyes que degradan y discriminan" y recordó que el coste anual de las medidas para desarrollar esta Ley Orgánica, está presupuestado en unos 400 millones de euros". Añade el sindicato que "si se es coherente y riguroso", las leyes que se aprueban hay que aplicarlas para todos igual y en especial con un sector "tan discriminado".
No hay comentarios:
Publicar un comentario