17 septiembre 2007

El trastorno se inicia de forma lenta y gradual

Cien años después de describirse la enfermedad, no existe una prueba diagnóstica específica para detectar este mal neurodegenerativo, cuyo conocimiento se difunde año tras año con el 'Día Mundial del Alzhemier' que se celebra el próximo viernes día 21. Concluir que la demencia responde a los parámetros del mal definido por Emil Kraepelin y Alois Alzheimer en 1906 requiere la realización de test neurológicos que valoran las funciones cerebrales y su repercusión en las actividades diarias.
El comienzo de la enfermedad suele ser lento y gradual. Entre los síntomas iniciales destacan el que el afectado se olvida de nombres o citas. También empieza a tener problemas para encontrar el nombre de las cosas, hay episodios de desorientación en tiempo y espacio, así como síntomas depresivos y falta de iniciativa. El Alzheimer va asociado, además, a problemas para realizar las tareas domésticas habituales y para manejar el dinero. Suele ser el entorno el que se da cuenta de estos trastornos, que tienden a ser negados o minimizados por el afectado.La detección precoz permite orientar el tratamiento más adecuado para cada caso e, incluso, existe un pequeño porcentaje de demencias potencialmente reversibles. No se cuenta todavía con un tratamiento curativo, pero sí con procesos que pueden estabilizar la progresión de la enfermedad.

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