07 marzo 2007

El Defensor del Paciente de Madrid recuerda que se debe preservar los derechos de intimidad y confidencialidad del enfermo de Alzheimer

Juan Siso reclama a los profesionales el cumplimiento de la ética que garantice cuidado, respeto, solidaridad y esperanza de los mayores

Vicente Bustillo, Madrid (7-03-2007).- El subdirector general del Defensor del Paciente de la Comunidad de Madrid, Juan Siso, ha recordado que la enfermedad de Alzheimer “no releva al Sistema Sanitario de sus obligaciones hacia el enfermo de preservar su intimidad, garantizar la confidencialidad de su información y el respeto de su capacidad y autonomía en la medida que sea compatible con su estado”.
Siso hizo estas declaraciones durante una ponencia sobre el derecho de los pacientes a recibir información y decidir organizada la semana pasada dentro del ciclo Prevención y Salud que lleva a cabo la Confederación Española de Organizaciones de Mayores (CEOMA). Durante la charla, explicó a los mayores algunos de los cambios sufridos en los últimos lustros como consecuencia del avance científico técnico y de la aplicación de la ingeniería médica. “Hoy se aplican recursos que hace tan sólo 20 años ni siquiera estaban en la imaginación de los más atrevidos”, aseguró. “Enfermedades mortales, como el SIDA o determinados procesos tumorales han pasado a adquirir el carácter de enfermedades crónicas por la larga supervivencia de sus afectados. El público asiste atónito a cómo se burlan los límites de la vida y de la muerte con las técnicas de los trasplantes; primero aplicados a órganos vitales y ahora a otras partes del cuerpo (cara o manos, por ejemplo). Se quiere enmendar la plana a la naturaleza con las nuevas técnicas de reproducción llegando a objetivos destacables en lo positivo, pero también a extremos difícilmente justificables bajo patrones éticos e incluso deontológico”.
Además, el progreso ha modificado la relación de los profesionales sanitarios con los pacientes. Según explicó Siso, esta relación asistencial gobernada antes bajo criterio exclusivo del médico se concebía de forma vertical y asimétrica, con el paciente como objeto y mero receptor de la asistencia. Hoy este último cobra protagonismo decisor en aquellos asuntos que afectan a su salud e incluso a su vida, asumiendo el profesional sanitario el papel de garante de la salud del paciente y de orientador de estas decisiones, aportando el imprescindible elemento científico, pero con el ineludible respeto a la capacidad de decidir de los pacientes.
Capacidad del paciente
“Esta nueva imagen del paciente se muestra particularmente interesante en aquellos aspectos de su relación con la Sanidad”, precisó Siso, “en los que entran en juego derechos objeto de protección constitucional como la autonomía, cuyo ejercicio sólo es posible a partir de una valoración por el paciente de su situación concreta, la cual a su vez precisa de una información bajo debidas condiciones. Esto trae consigo la subsiguiente capacidad del paciente para aceptar o rechazar la actuación clínica propuesta”.Este panorama actual de ejercicio autónomo de los pacientes tiene particularidades destacables en el terreno concreto de los mayores. El subdirector general del Defensor del Paciente considera que determinados padecimientos estas personas pueden tener alteradas sus capacidades de conocimiento o valoración y en consecuencia carecer continua o temporalmente de su capacidad decisoria. “Es preciso señalar el caso de quienes padecen la enfermedad de Alzheimer, que les genera no sólo cronicidad y complejidad clínicas, sino también, en los estadios avanzados, dependencia y por ello falta de autonomía física e incluso decisoria”. Para hacer frente a esta situación, Siso apeló a la necesidad de reivindicar para la tercera edad el cumplimiento de la ética en cuatro niveles: la ética del cuidado, como presupuesto moral mínimo; la ética del respeto, que asegure la igualdad de los mayores; la ética de la solidaridad, como deber natural de ayudar a los semejantes, y la ética de la esperanza, como portador de dignidad.

No hay comentarios: